miércoles, 2 de mayo de 2007

Soledad


Soledad,
aquí están mis credenciales.
Vengo llamando a tu puerta
desde hace un tiempo.
Creo
que pasaremos juntos temporales.
Propongo que tú y yo
nos vayamos conociendo.

Aquí estoy.
Te traigo mis cicatrices:
palabras sobre papel pentagramado.
No te fijes mucho en lo que dicen:
me encontrarás en cada cosa que he callado.


Ya pasó,
ya he dejado que se empañe
la ilusión de que vivir es indoloro.
Qué raro que seas tú quien me acompañe,
soledad,
a mí, que nunca supe bien cómo estar solo.


Jorge Drexler.

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