sábado, 31 de marzo de 2007

Después

Después quedan la culpa y la espera.

No saber qué lugar ocupas.
No querer preguntar.
No poder preguntar.
No poder comunicarse.
Querer mirar a los ojos para nada.
La calma.
Y menos mal que hay calma.

domingo, 25 de marzo de 2007

Volví a bailar contigo

Volví a bailar contigo y cambié un bolígrafo por un mechero. Siempre me traigo algo. El picor en la piel, las risas, los recuerdos y el fuego que uso para encender los cigarros con los que escribo.

Volví a bailar contigo y esto es una isla. Pero en la isla no existe nada más.

Después de la isla, sí.

Dentro, nunca. A no ser los abrazos urgentes, la necesidad de que te escondas en mí (sí, lo sé: es lo más bonito que te han dicho nunca), de ser un refugio o una balsa...

Dentro, me redescubrí. Redescubrí la apertura, la confianza, la entrega.

Vuelvo a repetirlo, porque lo constato. Es genial bailar contigo.