sábado, 30 de septiembre de 2006

Madrid III


Ese Madrid de callejuelas, la Plaza Mayor como centro y como excusa para sentarse en el suelo, tomar un café, lanzar besos al aire.












Las ventanas con postigos,











la Gran Vía rotunda,











el Parque de las Tetas, las tabernas con vino y vermouth.
















El Madrid que es rojo de ladrillo, las tejas antiguas, la Cibeles, la Plaza de España y Don Quijote y Sancho. El Madrid desconocido para los madrileños, el clima recio, el humo, los coches.















Y el Madrid militante.

1 comentario:

Tejesombra dijo...

Anarroseando a Antonio Gómez Rufo se puede decir que una ciudad que se había amotinado siglos atrás por verse obligada a recortar las capas y descubrir el rostro, demostrando que no se tiene nada que ocultar, no era mucho de fiar. Por eso la noche de Madrid es la patria de los gatos, el festín de los buscavidas, el infierno de los hombres honrados y la guarida de todos los vicios.

¿No saliste de noche?