Si supiera
Imagen de Renmeleon.
Imagen de equusignis.
Escribir, siempre, es escribir una carta a alguien. Aunque después no la lea. Si supiera que no la ibas a leer nunca, te diría muchas más cosas. Podría abrirme entera, dejar que te escondieras dentro de mí, mirar tus abismos, sentir vértigo. Intentaría conjurar el miedo, el tuyo y el mío, porque me quedan pendientes un café en Madrid, ver un atardecer extremeño de los que glosó Antonio López, sentarme a la orilla de un lago al Norte, ir a un concierto, mirarme contigo en una pantalla de cine (aunque ya no repongan esa película), enseñarte las ciudades que amo, presentarte a la gente que me quiere, oírte hablar, sonreír, verte trastear por una casa (fregar los platos, hacer la cama, cocinarme); que seas, realmente, el primero en sacarme a bailar; regalarte un libro, hacer un viaje, recorrerte el cuerpo.
Imagen de equusignis.
Si supiera que no la ibas a leer nunca, te hablaría de la frustración, del desengaño y de las máscaras. De mi concepto del amor, del dolor y del llanto. De lo necesario que me eres a veces, aunque no surjas ya como un ahogo. Te contaría mis planes, te lanzaría a la cara mis verdades inmutables de un segundo y sabrías, por fin, que no tengo opinión de casi nada.
De ti tampoco. Ni de ti siquiera.
6 comentarios:
El problema es que casi nunca lo sabemos.
Un besico.
Me hace sentir triste, ya ves.
Precioso. Cuesta abrirse. Del todo. Yo creo que nunca llegamos a hacerlo. Por lo menos yo.
Un besito.
Yo escribo en mi mente constantemente cartas que nunca podré entregar a sus destinatarios, contándoles todo lo que no soy capaz de decir ni lo seré. Aunque sí es cierto que muchas veces me tranquilizo cuando las termino, me siento liberada.
A VECES LOS ESQUEMAS COMUNICATIVOS QUE SE ENSEÑAN EN LAS FACULTADES SE VIENEN ABAJO. NO SIEMPRE NECESITAMOS UN RECEPTOR-INTERLOCUTOR PARA EXPRESAR. EN OCASIONES TENEMOS UE PLASMAR EN PALABRAS LO QUE SENTIMOS. Y YA ESTÁ, SIN QUE NOS IMPORTE QUIÉN ESCUCHARÁ O LEERÁ LO QUE LLEVAMOS DENTRO Y NOS SALE.
No sé para quién era pero su lectura me sirve para apreciar algo más que palabras bien puestas y mejor dispuestas.
Hatt... ¿qué no sabemos?
Hombre, Arwen, muy alegre no es el texto, ya ves. :P
Suntzu, sí que cuesta. Creo que nadie nos enseñó a expresarnos sin tener miedo de las reacciones de la otra persona.
Doodd, ¿y si te lanzas y las mandas algún día?
Puntos de vista, yo siempre he escrito para mí. O quizá no para mí: he escrito porque no he podido hacer otra cosa, porque escribo desde que aprendí a escribir. Pero, desde hace mucho tiempo, cuando he escrito, siempre han sido cartas. A alguien muy concreto a la que a veces (es una mujer) se sumaban otros más. El blog es un ejercicio para perder el miedo al ridículo. Porque a mí lo de publicar nunca se me ha dado bien.
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